La entrada al municipio de Elorrio la hemos hecho a pié, desde el barrio San Agustín hasta la plaza del ayuntamiento. Una vez allí el hamaiketako ha sido el que nos ha saciado el hambre a muchos y muchas de los/as que estábamos sentados junto a la iglesia del pueblo. Tras llenar nuestras tripas, el juego ha cogido el relevo, y con él, los más pequeños han ido sorteando una serie de pruebas por la plaza central como por ejemplo bailes, fotografías, charlando con los ciudadanos, etc, es decir, un Elorrio Express en toda regla.
Para conocer un poco más sobre la historia de este pueblo, hemos ido al centro cultural de Arriola, para ver qué es lo que allí se pone en escena. Desde allí nos hemos dirigido hacia el barrio de Argiñeta, no antes sin pararnos en el antiguo soldado que hay junto a la iglesia del pueblo. Con ayuda del mapa y de algún que otro ciudadano de a pié, hemos alcanzado uno de los lugares más bonitos que tiene Elorrio, la ermita de Argiñeta con su pequeño y antiguo cementerio. Allí hemos almorzado un rico bocata y se ha compartido los dulces postres que cada uno/a ha traído con buena voluntad. 
Tras la comida los mas txikis han jugado a sus anchas por los alrededores de la ermita y antes de partir de nuevo hacia el pueblo, hemos ensayado una de las canciones que en estas fechas está empezando a retumbar en nuestros oídos, Santa Ageda. La foto grupal sacada con los últimos rayos de sol, ha cerrado una excursión donde los pequeños como los/as monitoras han disfrutado de un fantástico día, donde la ilusión y la alegría ha quedado más que patente en cada uno de nosotros/as.
Iñigo Valladares Santibañez
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